Durante las últimas semanas, el alumnado de 1º de ESO ha estado inmerso en un proyecto muy especial: poner en práctica el método científico a través de un experimento tan sencillo como sorprendente: la germinación de legumbres.
Partiendo de una pregunta que surgió en clase —“¿Por qué las alubias no germinan en el envase pero sí en algodón humedecido?”— nuestros jóvenes científicos diseñaron y llevaron a cabo su propio experimento, aplicando cada una de las etapas del método científico:
🔍 1. Formulación de hipótesis
Los alumnos propusieron predicciones basadas en lo aprendido sobre las condiciones necesarias para la germinación: humedad, temperatura, oxígeno, luz…
🧪 2. Diseño y realización del experimento
Utilizaron materiales cotidianos —vasos, algodón, agua y distintas legumbres— y establecieron cuatro condiciones experimentales distintas, observando cada día la evolución de sus semillas durante dos semanas. ¡Más de uno se sorprendió al descubrir cómo pequeños cambios podían alterar completamente el resultado!
📊 3. Registro de datos y análisis
Llevaron un diario de observación donde anotaron, compararon y analizaron los cambios en las semillas: aparición de raíces, tallos, diferencias entre ambientes húmedos o secos, con luz o sin ella…
🎥 4. Presentación final en inglés
Como colofón, elaboraron un vídeo explicativo (¡en inglés!) en el que contaron su experiencia utilizando vocabulario científico y poniendo en práctica su competencia lingüística en un contexto real. Fue una oportunidad estupenda para trabajar la expresión oral, la pronunciación y la fluidez en inglés, además del pensamiento crítico.
🌱 Ciencia que se observa, se vive… y se cuenta
Este proyecto ha sido una manera estupenda de conectar la teoría con la práctica, fomentar la curiosidad científica, y desarrollar la autonomía y la creatividad del alumnado, todo dentro del marco del programa bilingüe.
Desde el departamento queremos felicitar a todo el grupo de 1º de ESO por su implicación, su rigor y su entusiasmo. Y también agradecer a las familias su colaboración, ya que muchos experimentos se han seguido desde casa.
¡Quién diría que una simple alubia podía dar tanto juego!
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